En los 90, Keanu Reeves (Ted) y Alex Winter (Bill) formaron parte de las generaciones adolescentes al protagonizar las cintas «Las Alucinantes Aventuras de Bill y Ted» («Bill & Ted’s Excellent Adventure, Stephen Herek, 1989) y «El Viaje Alucinante de Bill y Ted» («Bill & Ted’s Bogus Journey, Pete Hewitt, 1991), en las que se reflejaron como dos adolescentes despreocupados, con el objetivo de hacer música y popularizaron el air guitar más genial que haya existido.
Pues bien, 29 años después, ambos actores están de regreso con la tercera película de la serie creada por Chris Matheson y Ed Solomon y lo hacen con más edad, más experiencia, dos hijas y la misma actitud buena onda que les recordamos, esto en «Bill y Ted Salvando el Universo» («Bill & Ted Face the Music», Dean Parisot, 2020), que llegará a los cines el 8 de octubre.
En esta nueva entrega se nos muestra a los músicos, quienes tienen la misión de escribir una canción que una a la humanidad, luchando contra el bloqueo del compositor, experimentando diferentes corrientes y teniendo, como todo adulto maduro en el siglo 21 pre pandemia, problemas maritales que deben ser resueltos en el consultorio de un psicólogo.
Reeves y Winter siguen sacando jugo a estos personajes que conocimos viajando en una caseta telefónica a través del tiempo y ahora lo harán, pero con mayor sofisticación, de inicio, para salvar al Universo, que se encuentra en una grave implosión, ya que ambos no han podido dar con la canción que una a la humanidad.
Así, vemos que los otrora famosos roqueros se encuentran en el declive de sus carreras, sólo admirados por sus hijas Thea (Samara Weaving, un acierto en el casting porque al interpretar a la hija de Reeves, ya que nos remite irremediablemente al actor cuando apareció en «Punto de Quiebra») y Billie (Brigette Lundy-Paine), deben unir sus talentos por componer «La Canción».
En medio de esa búsqueda por la canción definitiva, Bill y Ted reciben la visita de Kelly (Kristen Schaal), hija de Rufus (George Carlin), quien los lleva al futuro, a una fecha en la que tendrán que interpretar «la canción» que salve al Universo, la cual fue grabada en esa fecha en MP 46, por Preston/Logan (sus apellidos).
Es en este momento que empieza la aventura. Bill y Ted tienen la idea de ir al futuro para «robarse» la canción que ellos aun no componen y así salvar al Universo. En medio de esa carrera contra el tiempo enfrentan la incredulidad de su padre, el abandono de sus esposas, la persecución de un robot asesino (Anthony Carrigan), el enfrentamiento con sus distintos yos y buscar el perdón de la Muerte (William Sadler).
Mientras eso sucede, Thea y Billie buscan hacer una gran banda, con los mejores músicos del mundo. Ahí incorporan a Jimi Hendrix, Louis Armstrong y Mozart, a quienes reclutan con una máquina del tiempo.
Finalmente la película nos deja un mensaje en el que la música tiene una gran preponderancia y ayuda a resolver los problemas de vida de los protagonistas y su entorno.
Destacan el cameo de Dave Grohl en uno de los momentos más divertidos de la película y la manera en la que interactúan Hendrix, Armstrong y Mozart durante sus participaciones.
La película, que trae a los millenialls la magia de Bill y Ted que sorprendió en los 90, se lleva un sólido tres de cinco en la calificación de Es en GDL. Ideal para disfrutar la tarde en el cine y olvidar los problemas.
Es en GDL 