La FIL 2020 inicia una nueva era dentro de la virtualidad

Lo que parecía imposible a medida que se acercaba la fecha de inauguración de la edición 34 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se dio este 28 de noviembre de manera virtual, lo que habla de la nueva realidad en la que nos encontramos producto de la pandemia derivada del Covid-19.

Esta inauguración, que en ediciones anteriores se daba en el Salón Juan Rulfo de Expo Guadalajara, se realizó con el presidium en el Auditorio del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), para transmitirse de manera virtual en las diferentes plataformas como la página oficial de la FIL (fil.com.mx), Canal 44, YouTube y redes sociales de la FIL.

Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la CANIEM; Ismael del Toro, presidente municipal de Guadalajara; Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara; Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco; Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara; Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan y Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL Guadalajara.

Esta inauguración, además, significó la entrada de lleno de la FIL a las nuevas tecnologías y ante la falta de país invitado (Sharjah no pudo venir en esta edición y reprogramó su presencia para 2022) se convirtió en un espacio que buscará honrar a las víctimas mortales del Covid-19.

El presidium estuvo formado por Raúl Padilla López, presidente de la FIL, quien expresó los sentimientos encontrados que vive en este año 2020.

“Dedicamos esta FIL a la memoria de todos los fallecidos. El puente que nos une con ellos –como sugirió Thornton Wilder en su novela ‘El Puente de San Luis Rey’– es indestructible porque está hecho de amor, un material más perdurable que la memoria”, manifestó Padilla López.

Otro escenario preocupante en este año es lo relacionado con la crisis económica que ha alcanzado a la industria editorial y que en años anteriores se veía paliada con la presencia en la FIL, gracias a la cercanía que se da con los agentes involucrados en el mercado de los libros.

“Hemos creado FIL Negocios, plataforma que albergará actividades de más de 5 mil profesionales del libro, quienes sostendrán más de 2 mil 400 reuniones desde sus 53 países de origen. A través de ‘Diálogos de la Industria’, agentes de las cadenas del libro debatirán sobre temas de actualidad”, informó el Presidente de la FIL.

Como cada año, y este no será la excepción, la FIL promete grandes sorpresas, las cuales se podrán disfrutar por el trabajo y aprendizaje del equipo que organizó esta edición.

“Se van a sorprender de todo lo que hemos preparado para esta ocasión. A través de  nuestro sitio web se abrirán eventos en directo, catálogos y un mercado de libros con posibilidad de seguirlos en las redes, Canal 44, Radio UdeG, Canal 22 y otros canales públicos nacionales y latinoamericanos”, subrayó.

Padilla López no quiso dejar su turno en la inauguración sin recordar el valor que tiene el libro en la vida diaria.

“Los libros son, en esencia, vehículos de la libertad y enemigo de cualquier tipo de fundamentalismo”, reiteró.

Al hablar sobre el personal de salud, que es el primer frente de batalla ante el Covid, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, mencionó que la feria permite entregar los honores al personal de salud que en la pandemia han trabajado incansablemente.

Una de las ventajas que tiene la virtualidad es el alcance que tiene gracias a las nuevas tecnologías, algo que permitirá decir que se superarán las asistencias de años anteriores, como en 2019, año en que hubo 830 mil asistentes durante los 9 días que duró la feria.

“El reto es que para el próximo año puedan venir y podamos ir, y entonces duplicamos para que tengamos una feria de un millón 600 mil asistentes, porque la FIL no tiene que volver a ser igual, si recuperamos la presencialidad y mantenemos la virtualidad, la FIL será más amplia, asombrosa, profunda, sorprendente y más conectada”, refirió Villanueva Lomelí.

Entre los asistentes se encontraba el Presidente de la Cámara Nacional de Industria Editorial Mexicana (CANIEM), Juan Luis Arzos Arbide, quien espera que esta sea una edición inolvidable.

Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, destacó que es obligatorio cuidar a la industria editorial y el ecosistema que se desarrolla alrededor del libro.

“El libro es un hogar, nos hace sentir, vibrar y reflexionar, y nos recuerda que no somos poseedores de verdades irrefutables; por eso nos sentimos orgullosos de ser sede de este encuentro internacional”, expresó el Gobernador.

Tras la declaratoria inaugural se hizo la entrega virtual del Premio Fil de Literatura en Lenguas Romances a la escritora portuguesa Lídia Jorge, quien habló del poder transformador de la literatura.

“La literatura es una carta que enviamos a la lejanía: lejos en el tiempo, lejos en el espacio. A veces, la literatura llega a su destino; a veces, recibimos noticias de regreso”, declaró Jorge. 

“Cuando en Europa se aproximaba el final del verano, la dirección de la FIL acostumbra anunciar en cuál de las ocho lenguas romances encontró un imaginario literario digno de ser premiado. Este año, por cuarta ocasión en 30 años, se eligió a la lengua portuguesa. Y en el destinatario de esta carta, estaba escrito mi nombre”.

En el video que envió como agradecimiento, Jorge contó cómo fue que conoció a Homero, que en el pueblo donde ella nació, Boliqueiro, él era mujer mayor y se llama María Encarnación.

“Cantaba con una voz débil, con un vibrato muy fino y prolongado. A pesar de nunca haber tenido un libro, ella cantaba romances antiquísimos aprendidos de memoria en su infancia.

“Tiempo después logré identificar en su narrativa, sin intervalos ni pausas, algunos romances tradicionales como el de ‘La nau Catrineta’, ‘La bella infanta’ o ‘La visita de la Novia Difunta’. Y nosotros, los niños, quedábamos cautivados por aquellas historias cantadas que hablaban de amor, de combates armados, de aventuras prodigiosas acerca de marineros sobre las olas”, relató Jorge. “Cuando nos cansábamos de su canción interminable, íbamos a correr por el campo, volando unos centímetros por encima del suelo. Sin saber por qué, luego de esos encuentros nos sentíamos más ligeros. Aquella mujer nos salvaba de la soledad de los campos”. 

Anna Caballé, Secretaria del Premio FIL, dio a conocer el acta de resultados donde el jurado expresó que la escritora posee la altura literaria, ya que su obra novelística es además poética, ensayística y teatral.

“Ella consiguió el respeto unánime de la crítica con su estremecedora novela ‘La costa de los murmullos’, de 1988, escrita a raíz de su estancia en Angola y Mozambique en pleno proceso de descolonización”, leyó la resolución.

Con información de Iván Serrano Jauregui

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