La vuelta del público al Teatro Moncayo resulta un éxito con la Gala de la Zarzuela, que tuvo música para todos los gustos. Destaca una obra cubana y una pieza recuperada del siglo 19
Un hombre vestido a la vieja usanza de los corrales de teatro de la España imperial apareció en el escenario del Teatro Moncayo del Palacio de la Cultura y los Congresos (Palcco) con un pregón: nobles y monarcas podrán disfrutar del espectáculo que a punto estaba de iniciar.
De repente, una mujer embozada hizo su aparición. El pregonero la cuestionó que porque cubría su identidad y estuvo a punto de correrla. La mujer, al quitarse su capa, habló de su origen musical, era la zarzuela, género musical que nació en España y tras su éxito se diseminó por toda la Colonia llegando a divertir a millones de personas con su música y sus cantos.
El pregonero, advertido de su error, sin más gritó, bienvenida su majestad: La Zarzuela. De esta forma dio inicio, tras las palabras de Marcelo Pérez Pose, director de la Asociación Zarzuela por el Mundo, la Gala de Zarzuela.
Este espectáculo fue el broche de oro a una semana de actividades tendientes a dar mayor visibilidad a la zarzuela, género musical nacido en España y que de forma errónea se considera algo menor en comparación con la ópera. Pérez Pose habló de lo que significó para la asociación llevar a buen puerto este encuentro internacional que tuvo sede en Palcco y Mundo Cuervo, gracias al apoyo de ÓperaStudio Beckmann.
La Orquesta de Cámara de Zapopan, dirigida por Allen Vladimir, fue la encargada de poner música a esta gala que llevó el estruendo de los aplausos y los bravos a las paredes del teatro Moncayo, huérfanas de éstos durante más de un año y medio por consecuencia de la pandemia.
Piezas como «De Este Apacible Rincón», de la obra cumbre de la zarzuela: «Luisa Fernanda», «Canción de la Paloma», de «El Barberillo de Lavapiés»; “Mirentxu”, una romanza en vasco; la zarzuela cubana «Cecilia Valdez» e incluso una pieza de una obra de 160 años que fue rescatada del olvido por parte de Liliana Mestizo Martínez.
La excelente música de la orquesta acompañó de gran manera al tenor Mario Rojas, a la soprano Laura Sheerin, a la mezzosoprano Itzeli Jáuregui y la invitada especial, la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, todos ellos presentados por Polo Falcón.
Al final, y como si de una verbena se tratara, todos ellos, con el ensamble coral de OperaStudio Beckmann y el Tecnológico de Monterrey, se invitó a los asistentes a acompañar con las palmas mientras se interpretaba «Por la Calle de Alcalá» (o «Los Nardos»). De esta forma se inició lo que puede ser el regreso del público, y sus aplausos, a uno de los recintos más representativos de la Ciudad, Palcco.