La exposición que se presenta en el pabellón de Perú en la FIL es un homenaje a las mujeres que nunca dejaron de creer en ellas mismas
Perú, finales de los 80, principios de los 90. El país andino vive épocas convulsas. Termina el régimen de Alan García e inicia el de Alberto Fujimori. El conflicto armado interno deja los pueblos y se acerca a Lima, la capital. Es una etapa en la que ser mujer, y escritora, no estaba en el manual de la correcta dama. Aún así, grupos de escritoras se unían e hicieron de la palabra una forma de rebelarse a un sistema que no las apoyaba.
Una manera de recordar este tiempo es la exposición «La Vida Sin Plazos», inaugurada en Perú en 2019 y que en esta Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, se exhibe dentro del pabellón del país invitado de honor.

«La exposición ‘La Vida Sin Plazos’ la inauguramos el año 2019 en Lima en una época, ya desde hace varios años como sociedad, bueno, en distintas partes del mundo estamos discutiendo el rol de la mujer, el lugar que la mujer tiene en el espacio público y dentro de toda esa gran discusión, una más detallada, digamos, era el aporte de la escritura, de la literatura hecha por mujeres en nuestra sociedad», dijo Diana Amaya, coordinadora del área de exposiciones de la Casa de la Literatura Peruana en la que se inauguró la exposición en 2019.
«Las ciudades es donde habitamos la mayoría de personas, pero donde también se ve un gran nivel de complejidad de cómo vivían las mujeres. Entonces más o menos esas son las motivaciones para plantearnos esta exposición que aborda la literatura hecha por escritoras a fines de los 80 y a inicios de los 90 en Lima».
La elección de Lima como espacio a exponer es por la convulsa situación política que se vivió en esos años.
«Lima fue, justo en esas épocas, una ciudad que empezó a recibir o a notar el grado de violencia que el resto de regiones habían vivido desde hace varios años antes, décadas antes.
«Este periodo se torna sumamente violento, muy caótico, mucha crisis económica, política, ética, mucha corrupción, y la violencia del conflicto armado interno también llega o se hace mucho más patente en ese momento y alli, en ese contexto, las escritoras no dejan de hablar, no dejan de escribir, todo lo contrario, cada una va construyendo su propia voz, su propia forma, su propia actitud frente a ese momento de caos, de incertidumbre que vivían en ese momento», explicó Amaya.
El nombre de la exposición surge de un fragmento de un cuento y da a entender esa necesidad de las escritoras por vivir como si no hubiera mañana.
«‘La Vida Sin Plazos’ se llama así precisamente por ese estado de emergencia, donde parece que ya no hay futuro, pero al mismo tiempo esa es la actitud también, de que hay que hacer todo, no paro de escribir, porque era necesario, no hay mañana y se llama así porque sale de un fragmento de uno de los cuentos de una de las escritoras, Pilar Dughi, se llama, una escritora alucinante que falleció ya hace bastante tiempo pero que dejó una obra increíble para profundizar en ella la psiquis de la gente de la época», comentó Amaya
La exposición se divide en tres diferentes momentos, identificados con sus respectivos títulos. Inicia con «De Nosotros Decid» y sigue por «Vidas Ejemplares» y «La Más Rayada».
«‘De Nosotros Decid’ está un poco pensada en esa actitud casi como de lo que vemos, y la actitud que las escritoras tienen. Ahí está Victoria Guerrero, por ejemplo, que está en este momento en la feria, actualmente es una activista feminista muy importante, es parte del Mapa de Escritoras, un proyecto que visibiliza la labor de escritoras contemporáneas, Pilar Dughi, que es quien penetra en la mente de estas personas.
«‘Vidas Ejemplares’ se centra más en el estereotipo o en los roles que se le imponen a las mujeres, por ejemplo Giovanna Polarolo tiene ahí un texto muy importante, la continuación de ‘Vidas Ejemplares’ es que pasa con la producción intelectual de las mujeres. (…) ‘La Más Rayada’, ahí hemos querido visibilizar un poco más el nivel de organización que ellas tenían, que no es que fueran un grupo o un colectivo homogéneo, con un solo discurso, como sucedía a inicios de siglo con el Modernismo, no era de ese tipo, pero siempre estaban en contacto, porque sí estaban dejadas de lado como escritoras, las poetisas se les llamaba», comentó Amaya.
La política que más marcó a estas mujeres en los 90, aqullas que ocupaban la ciudad a través de sus textos, fue el régimen de Fujimori.
«El gobierno dictatorial de Fujimori es clave, marca mucho la respuesta de estas escritoras su escritura, pero en muchos casos el exilio al que se ven forzadas, por seguridad, por salud, también, por salud mental incluso, y eso no significa que ellas retrocedan o se silencien», explicó Amaya.
La gran ventaja de esta exposición, enfocada a la FIL, es que se lanzaron, al mismo tiempo, reediciones de las autoras presentes, las cuales se encuentran a la venta en la librería del pabellón.
Fotografías que dan cuenta del contexto, fragmentos de textos de las autoras y una intervención, de Juan Osorio y Trudy Macha a unas ventanas con cintas (para evitar que se rompieran con los coches bomba) de textos forman parte de la exposición que permanecerá en Expo Guadalajara, en el Pabellón de Perú, país invitado de honor de la FIL.