Belfast es un homenaje audiovisual a un tiempo que ya no existe

La nueva película de Kenneth Branagh, que estrena este 10 de marzo, recuerda una época turbulenta en Irlanda desde la mirada inocente de su protagonista

Corría 1969 y una calle de Belfast, una de las cientos que existían en esa época en esta ciudad irlandesa, bullía de actividad. Los niños, representados por Buddy (un increíble Jude Hill) se divierten jugando futbol o a ser caballeros. Todos conocían a todos y se sentían seguros…

Pero esta utopía irlandesa se acabaría una aciaga tarde de agosto cuando un grupo de protestantes entra a la calle para correr a los católicos, sin importar que hubieran convivido durante toda su vida.

Este es el planteamiento inicial de Belfast (2021, Kenneth Branagh), película nominada al Óscar en siete categorías (Mejor guión y mejor direccion a cargo de Branagh, mejor película, mejor actor de reparto para Ciarán Hinds, mejor sonido, mejor música a cargo de Van Morrison y mejor actriz de reparto para Judi Dench), y que llega a las pantallas de México este 10 de marzo.

Tras este hecho sangriento, la vida en comunidad se trastoca. Interviene el ejército inglés para mantener la paz, se forman barricadas y para Buddy es algo que no termina de entender, ya que desde su punto de vista, todos son iguales, e incluso no sabe cómo identificar a protestantes de católicos.

Esa y otras preguntas son las que se va haciendo a medida que llega su pérdida de la patria, debido a que la situación económica es apremiante en Irlanda, sumado a la violencia, su padre (Jamie Dornan) decide aprovechar una oferta en Inglaterra y dejar atrás la ciudad que tanto ama.

Fotografiada en blanco y negro por Haris Zambarloukos, esta paleta cromática nos remite al pasado en el que se desarrolla la acción, mientras que las películas y obras de teatro que ve la familia tienen una paleta de colores intensos, como dando a entender que son los momentos de escape de los protagonistas.

Situaciones como el primer amor (que en ocasiones nos remiten a Love Actually, de Richard Curtis) permiten que conozcamos la manera que tiene Buddy de relacionarse con su padre y su madre (Catriona Balfe) así como sus abuelos maternos (Dench y Hinds), con lo que se complementen tres diferentes visiones de la vida en Belfast, la del pasado, la del presente y la del futuro.

La dirección de Branagh a su propio guión es muy sobria y permite a los espectadores entender u a situación que derivó más adelante en u a especie de guerra civil por las creencias de los irlandeses.

En definitiva, Belfast es una excelente opción para disfrutar de una película que hace apología de la familia y el amor fraterno combinado con la empatía de un pueblo.

Le damos cinco estrellas de cinco.

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