Más de tres horas de concierto con 27 éxitos es lo que ofrecen los estadounidenses en su gira ‘We’re FN’ Back‘
Guns N’ Roses y Guadalajara tienen una conexión especial, sobre todo en aquellos estadios donde juegan las Chivas.
El grupo liderado por Axl Rose revivió las glorias que cosechó hace casi 30 años cuando tocó en el Estadio Jalisco y este 18 de octubre de 2022 lo hizo en el Estadio Akron, que vibró totalmente bajo el influjo roquero de los riffs de Slash y la nostalgia de este grupo que llegó con su gira «We’re FN’ Back».











Contrario a anteriores presentaciones, Guns arrancó puntual, a través de un video en las pantallas, un homenaje animado a Indiana Jones, que precedió a su llegada al escenario.
Los shorts, la melena rubia y las bandanas de Axl dieron paso a pantalones largos y un corte de cabello «menos roquero», pero la energía permanece intacta y es algo que se refleja en el escenario.
Quién prácticamente no ha cambiado es Slash, un mago con la guitarra, dando a Guns, con la compañía de Duff McKagan en el bajo, ese sonido que lo caracteriza y convirtiéndose en el consentido de los fans.
Vestido de negro y con su tradicional sombrero, Slash es el ancla que se ata al pasado de una banda que debe sus éxitos más comerciales al álbum doble Use Your Illusion.
Entre la puntualidad de su inicio y la duración del concierto, tres horas, todo indicaba que Guns buscaba resarcirse de anteriores presentaciones que se consideraron fallidas en Guadalajara.
Y lo lograron. El primer tema con el que aparecieron fue «It’s So Easy» y a partir de ahí fue una avalancha musical que duró más de tres horas.
Temas como «Chinese Democracy», «Welcome to the Jungle» o «Live and Let Die», fueron parte de un set list de más de 20 canciones que dejaron satisfechos a los fans que esperaron mucho tiempo por esta cita.
El punto culminante de la noche se dio cuando Axl presentó a los miembros de la banda y al tocar el turno a Slash, éste interpretó un solo de guitarra que hiló con «Sweet Child O’Mine».
La entrada de un piano de cola fue el preámbulo para una de las canciones más esperadas de la noche, «November Rain», en la que Axl, con notable esfuerzo para alcanzar las notas agudas, recurrió a un tequila y a la nostalgia de los fans que iluminaron el Estadio Akron con sus celulares.
En todo el concierto, Axl utilizó diversos cambios de vestuario, como camisetas, camisas, sacos y chamarras, mientras que Slash presumió de diferentes modelos de guitarra.
Duff, el bajista tuvo también su momento de brillo al interpretar «Attitude», en la que pidió que los asistentes lo apoyaran en los coros.
«You Could be Mine» puso la nota movida a la noche y el bloque final inició con «Knocking on Heavens Door», continuó con «Night train», homenajeó a The Beatles con «Blackbird», que dio pie a «Patience» y continuó con «Don’t Cry».
«Paradise City» fue el broche dorado de una noche de reconciliación y confirmación del encanto que ejerce la banda en Guadalajara.
Molotov es el aperitivo
Para abrir boca en la noche roquera, Molotov fue la banda encargada de calentar el ambiente.
Programados para salir al escenario del Akron a las 19:30 horas, la banda integrada por Micky Huidobro, Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala salió al escenario a las 19:43 horas, mientras miles de fans esperaban su ingreso a la sede del concierto, esto debido, según organizadores, a revisiones de último minuto por parte de las autoridades.
«Amateur» fue la canción encargada de abrir el setlist de los mexicanos, quienes expresaron su orgullo de tocar en el mismo escenario que Guns N’ Roses.
Fieles al estilo que los caracteriza, Molotov complació a los aproximadamente 30 mil asistentes, según organizadores, interpretando temas tan característicos de su discografía como «Frijolero», «Chanwich a la Chichona», «Me Convierto en Marciano» o «Dance and Dense Denso».
Para cerrar una presentación de poco más de 40 minutos, en la que hizo falta su más reciente y polémico material, «Quiten el Trap», interpretaron su primer éxito, «Puto», de ¿Donde Jugarán las Niñas?
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